"Hermosa ciudad", dice. Todo el mundo sabe que el baño de Antonino es en realidad el baño del Teatro del Fuerte. "Una ciudad con mucha carga histórica", digo, dejando en el aire un comentario que parece casual. "En ese lugar exactamente donde usted estuvo recién, o sea el baño, hace 149 años ejecutaron a balazos a un hombre esposado". La mujer y el señor se miran. Sigo leyendo a Tute pero el tipo no puede con la curiosidad y me pide que le cuente la historia: "Si me invita el cortado, con mucho gusto", le digo. "¡Por supuesto! ¡Moza, tráigale un café a nuestro amigo!", exclama.

Entonces les cuento la historia del santón más famoso del mundo: Gerónimo Solané, alias Tata Dios, de la matanza de extranjeros ocurrida en 1872 y de que en el baño del teatro estaba el calabozo de la comisaría donde un tal Lavayén (que fue tatarabuelo de Tita Brivio), asesinó a Solané para que nunca se supiera la verdad política del crimen. "¿Y cuál era la verdad?", me pregunta la mujer. "Ah, no, esa historia por lo menos vale una parrillada en Al Ver Verás, pero como estoy a dieta deberá esperar hasta que vuelvan por el pago chico". El tipo paga el cortado, se levanta para saludarme y antes de que se vayan les sugiero que visiten el Museo del Fuerte. "En una vitrina está la reliquia del poncho baleado del Tata Dios", agrego. La señora me agradece la info y yo le digo que no me costó nada el aporte: "Como es fácil advertir, hasta en un simple baño hay una historia secreta esperando ser revelada".