La reseña dice que Banksy nació a comienzos de los 70 en la localidad de Yate (South Gloucestershire). Que a finales de los 80 se trasladó a Bristol para empaparse de la cultura del grafiti. Sus obras de comentario político y social han aparecido en calles, muros y puentes de todo el mundo.

"Niña con pelota" es la obra favorita de los británicos y uno de los trabajos más reconocidos del artista. Creado con la técnica de esténcil en el año 2002, en South Park (Londres), muestra a una niña que pierde un balón en forma de corazón y al lado escribió la frase: "There is always hope" (siempre hay esperanza). La imagen ha sido replicada varias veces y el propio Banksy realizó una nueva versión para cederla a una ONG que luchaba para promover la paz en Siria.

El remate de esta historia está en el mecanismo que aparentemente creó Banksy para que el capitalismo, por decirlo así, no se trague al arte. En 2018, cuando la casa de subastas Sotheby's subastó y vendió una copia enmarcada por más de un millón de libras, sucedió un hecho impresionante. Tras la subasta, y después de que el martillo golpeara el atril para confirmar la venta a un particular, una trituradora de papel escondida dentro del marco victoriano se activó haciendo trizas la mitad de la obra, ante el estupor y la sorpresa de los allí presentes.

Lo más fácil en estos días terribles sería darle la razón a Schopenhauer y a Hobbes. Aceptar por fin que el hombre es el lobo del hombre. Aceptar de ellos lo que está a la vista de todos: la visión pesimista de la condición humana. Nacemos, tal vez buenos, pero algo pasa en el camino, y nos convertimos en monstruos.

En su artículo "Escribir después de Auschwitz", Rodrigo Zuleta recordó un ensayo de 1949 titulado "Sociedad y crítica de la cultura". Cito su cita. En ese texto "Adorno escribió una frase que se convertiría en el centro de una serie de reflexiones posteriores en torno al tema de cómo es posible escribir poesía después de Auschwitz: 'Escribir un poema después de Auschwitz es bárbaro y eso corroe el conocimiento de porqué se ha hecho hoy imposible escribir poemas'. Durante los años cincuenta, la frase de Adorno pasó desapercibida. Esto probablemente puede verse como un síntoma de los temores que al parecer acompañaban a Adorno en el momento de escribir "Sociedad y crítica de la cultura", y que tenían que ver con el riesgo de que se pasara página al capítulo de Auschwitz como si hubiera sido solo un accidente en la historia y no el resultado de un proceso en el que también había tenido su parte la cultura dominante, algo que obligara a una reflexión en todos los campos de la vida social y cultural de Alemania".

Está más clara que nunca la vigencia de la cita de Adorno al observar la masacre de Hamas en Israel y como respuesta la masacre del Estado de Israel sobre los gazatíes. Y todo lo que, lamentablemente, vendrá. La poesía ahora también parece un imposible de concebir en medio de tanto horror. Pero a la vez, sin pasar página de nada, la poesía aparece como un imperativo de la esperanza.

Por eso mismo todavía queda algo indemne en la inconmensurable tragedia que cifra nuestro tiempo y los tiempos del pasado. Queda el arte, tan hecho de poesía, queda la niña con su pelota de corazón pintada en una pared de South Park, en Londres: "Siempre hay esperanza". Queda lo que nos dice el grafiti de Banksy como una inspiración a la paz cuando las plumas se quiebran y truenan las armas, los odios y las lágrimas.